sición de la raya que ve ó cree ver. Según estos datos, y con todas las suposiciones de error posible, creo que esa raya es la número 5567. De ser así, habría una identidad curiosa; pues la raya 5567, coincidiría exactamente con la hermosa raya número 4 de la aurora boreal...
—Pero doctor, todo esto es fantasía pura! exclamé alarmado por aquellas ideas vertiginosas.
—No, amigo mío. Esto significaría sencillamente que el polo es algo así como la coronilla del planeta (!).
Poco después de la conversación que he referido y cuya última frase concluyó entre la más afable sonrisa del doctor Paulin, éste me leyó una tarde entusiasmado, las primeras noticias sobre la licuación del hidrógeno efectuada por Dewar en mayo de aquel año, y sobre el descubrimiento hecho algunos días después por Travers y Ramsay, de tres elementos nuevos en el aire: el kryptón, el neón y el metargón, aplicando precisamente el procedimiento de licuación de los gases; y á propósito de estos hechos, recuerdo aún su frase de labor y de combate.
—No; no es posible que yo muera sin ligar mi nombre á uno de estos descubrimientos que son la gloria de una vida. Mañana mismo continuaré mis experiencias.