apto para asociar los juicios que debía poseer sobre las cosas, por su mayor experiencia de la vida.
Estos juicios, que no debían ser sólo de impresión, sino también inquisitivos y disquisitivos, á juzgar por el carácter diferencial que asumían, lo cual supone un raciocinio abstracto, le daban un grado superior de inteligencia muy favorable por cierto á mi propósito.
Si mis teorías parecen demasiado audaces, basta con reflexionar que el silogismo, ó sea el argumento lógico fundamental, no es extraño á la mente de muchos animales. Como que el silogismo es originariamente una comparación entredós sensaciones. Si no, por qué los animales, que conocen al hombre huyen de él, y no los que nunca le conocieron?...
Comencé, entonces, la educación fonética de Yzur.
Tratábase de enseñarle primero la palabra mecánica, para llevarlo progresivamente á la palabra sensata.
Poseyendo el mono la voz, es decir, llevando esto de ventaja al sordomudo, con más ciertas articulaciones rudimentarias,—tratábase de enseñarle las modificaciones de aquélla, que constituyen los fonemas y su articulación, llamada por los maestros estática ó dinámica, según que se refiera á las vocales ó á las consonantes.