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VIOLA ACHERONTIA

mandrágora llora también cuando se la ha regado con la sangre de un niño; y con una sospecha que me hizo palidecer horriblemente, me incorporé.

—Como las mandrágoras, dije.

—Como las mandrágoras, repitió él palideciendo aún más que yo.

Y nunca hemos vuelto á vernos. Pero mi convicción de ahora es que se trata de un verdadero bandido, de un perfecto hechicero de otros tiempos, con sus venenos y sus flores de crimen. Llegará á producir la violeta mortífera que se propone? Debo entregar su nombre maldito á la publicidad?...