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hombres desciendan de otros, y estos de otros, y así sucesivamente, al fin hemos de llegar á un hombre y á una mujer que no han nacido de otros, sino que han debido ser criados por Dios. Este hecho que la razon nos ensena como necesario, nos lo refiere y explica con mucha sencillez y claridad la Sagrada Escritura diciéndonos: que Dios despues de haber criado el cielo y la tierra, formó del polvo de esta el cuerpo de Adan, criando en seguida el alma espiritual, para unirla al cuerpo. Es mui hermosa la expresion de que se vale la Sagrada Escritura para explicarnos esta union inefable. Formado el cuerpo del hombre, no teniendo todavía alma que le vivificase, yaceria tendido en el suelo, sin movimiento alguno; no feo y deforme como son ahora los cuerpos de los muertos, sino como una hermosisima figura de cera. Crió Dios el alma, la unió al cuerpo, y en el mismo instante se abrieron los ojos de aquella estátua, se animó y avivó toda su fisonomía. Esta transformacion tan