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LA VUELTA DE MARTIN FIERRO

Las faltas no tienen límites
Como tienen los terrenos—
Se encuentran en los mas buenos,
Y es justo que les prevenga;—
Aquel que defetos tenga,
Disimule los agenos—

Al que es amigo, jamas
Lo dejen en la estacada,
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de él—
Siempre el amigo mas fiel
Es una conduta honrada

Ni el miedo ni la codicia
Es bueno que á uno lo asalten—
Ansí no se sobresalten
Por los bienes que perezcan—
Al rico nunca le ofrezcan
Y al pobre jamás le falten.

Bien lo pasa hasta entre Pampas
El que respeta á la gente—
El hombre ha de ser prudente
Para librarse de enojos—
Cauteloso entre los flojos
Moderado entre valientes.


Martin Fierro dando consejos á sus hijos.


El trabajar es la ley
Porque es preciso alquirir—
No se espongan á sufrir
Una triste situacion—
Sangra mucho el corazon
Del que tiene que pedir.

Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan;
Pues la miseria en su afan
De perseguir de mil modos—
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragan.

A ningun hombre amenacen
Porque naides se acobarda—
Poco en conocerlo tarda
Quien amenaza imprudente—
Que hay un peligro presente
Y otro peligro se aguarda

Para vencer un peligro,
Salvar de cualquier abismo,
Por esperencia lo afirmo,
Mas que el sable y que la lanza—
Suele servir la confianza
Que el hombre tiene en si mismo,

Nace el hombre con la astucia
Que ha de servirle de guia—
Sin ella sucumbiria,
Pero sigun mi esperencia—
Se vuelve en unos prudencia
Y en los otros picardia.

Aprovecha la ocasion
El hombre que es diligente—
Y tenganló bien presente,
Si al compararla no yerro—
La ocasion es como el fierro
Se ha de machacar caliente