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LA VUELTA DE MARTIN FIERRO

—Estos diablos de milicos
de todo sacan partido—
Cuando nos vian riunidos
Se limpiaban los hocicos.
—Y decian en los jogones
Como por chocarrería,—
«Con la Bruja y Picardia,
«Van á andar bien las raciones.»
—A mi no me jué tan mal
Pues mi oficial se arreglaba;
Les diré lo que pasaba
Sobre este particular.—
—Decian que estaba de acuerdo
La Bruja y el provedor,
Y que recebia lo pior—....
Puede ser — pues no era lerdo.
—Que á mas en la cantidá
Pegaba otro dentellon,
Y que por cada racion
Le entregaban la mitá.
—Y que esto, lo hacia del modo
Como lo hace un hombre vivo:
Firmando luego el recibo
Ya se sabe, por el todo.
—Pero esas murmuraciones
No faltan en campamento:
Dejenme seguir mi cuento,
O historia de las raciones.—
—La Bruja las recebia
Como se ha dicho, á su modo—
Las cargabamos, y todo
Se entriega, en la mayoría.
—Sacan allí en abundancia
Lo que les toca sacar—
Y es justo que han de dejar
Otro tanto de ganancia.
—Van luego á la compañia,
Las recibe el comendante;
El que de un modo abundante
Sacaba cuanto queria.
—Ansi la cosa liviana,
Vá mermada por su puesto—
Luego se le entrega el resto
Al oficial de semana.—
—Araña, quien te arañó?
Otra araña como yó—
—Este le pasa al sargento
Aquello tan reducido—
Y como hombre prevenido
Saca siempre con aumento.
—Esta relacion no acabo
Si otra menudencia ensarto;
El sargento llama al cabo
Para encargarle el reparto.
—El tambien saca primero
Y no se sabe turbar—
Naides le va á aviriguar
Si ha sacado mas ó menos.
—Y sufien tanto bocao
Y hacen tantas estaciones,
Que ya casi no hay raciones
Cuando llegan al soldado.
—Todo es como pan bendito!
Y sucede de ordinario,
Tener que juntarse varios
Para hacer un pucherito.
—Dicen que las cosas van
Con arreglo á la ordenanza—
Puede ser! pero no alcanzan,
Tan poquito es lo que dan!—
—Algunas veces, yo pienso,
Y es muy justo que lo diga,
Solo llegaban las migas
Que habian quedao en los lienzos.
—Y esplican aquel infierno
En que uno está medio loco,
Diciendo, que dán tan poco
Porque no paga el gobierno.
Pero eso yo no lo entiendo,
Ni á aviriguarlo me meto;
Soy inorante completo
Nada olvido, y nada apriendo.
—Tiene uno que soportar
El tratamiento mas vil:—
A palos en lo civil,
A sable en lo militar
—El vistuario—es otro infierno;
Si lo dan, llega á sus manos,
En invierno el de verano—
Y en el verano el de invierno.
—Y yo el motivo no encuentro,
Ni la razon que esto tiene,
Mas dicen que eso ya viene—
Arreglado dende adentro.
—Y es necesario aguantar
El rigor de su destino;
El gaucho no es argentino
Sinó pa hacerlo matar.
—Ansi ha de ser, no lo dudo—
Y por eso decia un tonto:
«Si los han de matar pronto,
«Mejor es que estén desnudos.»
—Pues esa miseria vieja
No se remedia jamas;
Todo el que viene detras
Como la encuentra la deja.—
—Y se hallan hombres tan malos
Que dicen de buena gana—
El gaucho es como la lana
Se limpia y compone á palos.
—Y es forzoso el soportar
Aunque la copa se enllene;
Parece que el gaucho tiene
Algun pecao que pagar.