Página:La vuelta de Martin Fierro - Jose Hernandez (2ed).pdf/13

Esta página ha sido corregida
12
LA VUELTA DE MARTIN FIERRO

Cuando es manso el ternerito
En cualquier vaca se priende—
El que es gaucho esto lo entiende
y há de entender si le digo,
Que andabamos con mi amigo
Como pan que no se vende.

Guarecidos en el toldo
Charlabamos mano á mano—
Eramos dos veteranos
Mansos pa las sabandijas,
Arrumbaos como cubijas
Cuando calienta el verano.

El alimento no abunda
Por mas empeño que se haga;
Lo pasa uno como plaga,
Egercitando la industria—
Y siempre como la nutria
Viviendo á orillas del agua.

En semejante ejercicio
Se hace diestro el cazador—
Cai el piche engordador,
Cai el pájaro que trina—
Todo vicho que camina
Va á parar al asador—

Pues alli á los cuatro vientos
La persecucion se lleva,
Naide escapa de la leva
y dende que la alba asoma
Ya recorre uno la loma,
El bajo, el nido, y la cueva.

El que vive de la caza
A cualquier vicho se atreve—
Que pluma ó cáscara lleve,
Pues cuando la hambre se siente
El hombre le clava el diente
A todo lo que se mueve.

En las sagradas alturas
Está el maestro principal,
Que enseña á cada animal
A procurarse el sustento
Y le brinda el alimento
A todo ser racional.—

Y aves, y vichos y pejes,
Se mantienen de mil modos;
Pero el hombre en su acomodo
Es curioso de oservar:
Es el que sabe llorar—
Y es el que los come á todos.




4

Antes de aclarar el dia
Empieza el indio á aturdir
La pampa con su rugir,
Y en alguna madrugada,
Sin que sintieramos nada
Se largaban á invadir—

Primero entierran las prendas
En cuevas como peludos;
Y aquellos indios cerdudos
Siempre llenos de recelos,
En los caballos en pelos
Se vienen medio desnudos.

Para pegar el malon
El mejor flete procuran—
Y como es su arma segura
Vienen con la lanza sola,
Y varios pares de bolas
Atados á la cintura.—

De ese modo anda liviano,
No fatiga el mancarron;
Es su espuela en el malon,
Despues de bien afilao
Un cuernito de venao
Que se amarra en el garron.

El indio que tiene un pingo
Que se llega á distinguir,
Lo cuida hasta pa dormir;
De ese cuidado es esclavo—
Se lo alquila á otro indio bravo
Cuando vienen á invadir.

Por vigilarlo no come
Y ni aun el sueño concilia—
Solo en eso no hay decidia,
De noche, les asiguro,
Para tenerlo seguro
Le hace cerco la familia.

Por eso habrán visto ustedes,
Si en el caso se han hallao,
Y sinó lo han oservao
Tengalo dende hoy presente—
Que todo pampa valiente
Anda siempre bien montao.

Marcha el indio á trote largo
Paso que rinde y que dura;
Viene en direcion sigura
Y jamas á su capricho—
No se les escapa vicho
En la noche mas escura.