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tira en batalla. Las águilas vuelan de las cúspides de las pirámides ; Bonaparte lo cree un buen augurio, si dirigen sus alas hacia los pueblos de Europa. El movimiento de una flota turba un instante la armonía de las aguas. Después, en paz, indiferente, el Nilo continúa majestuoso besando las riberas, mientras el sol y el cielo reflejados en sus aguas son una sola sonrisa de verdadera gloria.