(») Cortes* no un pueblo de tierra llana de Cas- tilla, cual fuera la costumbre, sino una ciu- dad junto al extremo de la península , co- mo para facilitar á los que habían saqueado el reyno la conducción de su presa , ponién- dosela mas cercana á los mares; en una pa- labra, cuanto puede ofender é irritar á una nación pundonorosa , mas acostumbrada á sobrellevar la opresión que el desprecio , tan- to concurrió á encender los ánimos de los { castellanos. Mostráronse primero los síntomas del descontento y el anhelo de pedir la repa- ración' de tantos males , en la ciudad de Toledo , acérrima defensora de sus fueros ' y libertades : y reunido su ayuntamiento, r hablaron resueltamente contra los abusos introducidos en el reyno y el quebranta- miento de sus leyes el regidor Hernando de Ávalos , ( á quien señalan por primer in- citador de las alteraciones de Castilla) doa * Pedro Laso de la Vega* de ilustre alcurnia y aventajado mérito, y el célebre Juan de Padilla , héroe el mas distinguido en la his- toria de las Comunidades, y cuyo retrato copiaremos de su mas encarnizado enemigo.
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