Da voces, óyeme á mí,
Que yo sé que todo es guerra.
Bien sabes que yo llegué
Pobre, humilde y desdichada
A Polonia, y amparada
De tu valor, en tí hallé
Piedad. Mandásteme (¡Ay cielos!)
Que disfrazada viviese
En Palacio, y pretendiese.
Disimulando mis celos.
Guardarme de Astolfo. En fin,
El me vio, y tanto atrepella
Mi honor, que viendome, á Estrella
De noche habla en un jardín:
Deste la llave he tomado,
Y te podré dar lugar
De que en él puedas entrar
A dar fin á mi cuidado.
Así altivo, osado y fuerte,
Volver por mi honor podrás.
Pues que ya resuelto estás
A vengarme con su muerte.
CLOT. Verdad es que me incliné.
Desde el punto que te vi,
A hacer, Rosaura, por tí
(Testigo tu llanto fué)
Cuanto mi vida pudiese.
Lo primero que intenté.
Quitarte aquel traje fué;
Porque, si acaso, te viese
Astolfo en tu propio traje.
Sin juzgar á liviandad
La loca temeridad
Que hace del honor ultraje.
En este tiempo trazaba
Cómo cobrar se pudiese
Tu honor perdido, aunque fuese
(Tanto tu honor me arrastraba)
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