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DISCURSO PRELIMINAR.

determinada? No ciertamente porque el edificio en general no esté bien trabajado segun las reglas, sino porque el fundamento sobre que estriba una parte del mismo edificio, y no es igualmente sólido y firme como debia ser.

¿Se podrá muy bien tratar á este hombre de ignorante y grosero? ¿se podrá reprender de audaz y temerario? ¿se le podrá decir con irrision que piensa saber mas que los arquitectos mismos, pues estos teniendo buenos ojos edificaron sobre aquel fundamento? ¿y no es verosimil que mirasen primero lo que hacian, &c? Mas si por desgracia los arquitectos en realidad no examinaron el fundamento por aquella parte, ó no lo examinaron con atencion? si se fiaron de la pericia de otros mas antiguos, y estos de otros; si en esta buena fe edificaron sin recelo, no mirando otra cosa que á poner una piedra sobre otra; en este caso nada imposible, ¿será maravilla que el hombre grosero é ignorante descubra el defecto, y diga en esto la pura verdad? Con este ejemplo obvio y sencillo debereis comprender cuanto yo tengo que alegar en mi defensa. Todo se puede reducir á esto solo, ni me parece necesaria otra apología.

Debo solamente advertiros, que como en todo este escrito, que os voy á presentar, he de hablar necesariamente, y esto á cada paso, de los intérpretes de la Escritura; ó por hablar con mas propiedad, de la interpretacion que dan á todos aquellos lugares de la Escritura pertenecientes á mi asunto particular; temo mucho que me sea como inevitable el propasarme tal vez en algunas espresiones ó palbras, que puedan parecer poco respetuosas, y aun poco