Página:La venida del mesias en gloria y magestad - Tomo I.djvu/75

Esta página ha sido corregida
lxvi
DISCURSO PRELIMINAR.

no muy bien entendido á la antigüedad, ó tambien por ser un modo mas fácil y cómodo: pues no hay testo alguno, por oscuro que parezca, que no pueda admitir algun sentido, y esto basta. Esta libertad de esplicar la Escritura divina en otros mil sentidos, dejando el literal, ha llegado con el tiempo á tal exeso, que podemos decir sin exajeracion, que los escritores mismos la han hecho inaccesible, y en cierto modo despreciable. Son estas espresiones no mias, sino del sábio poco ha citado[1]. Inaccesible á aquellas personas religiosas y pias, que tienen hambre y sed de las verdades que contienen los libros sagrados, por el miedo de caer en grandes errores, que los doctores mismos les ponderan, si se atreven á leer estos libros sagrados sin luz y socorro de sus comentarios, tantos y tan diversos: y como en estos mismos comentarios lo que mas falta y se echa menos, es la Escritura misma, que no pocas veces se ve sacada de su propio lugar, y puesta otra cosa diferente, parece preciso que á lo menos una gran parte de la Escritura, en especial una parte tan principal como es la profecía, quede escondida y como inaccesible á los que con buena fe y óptima intencion desean estudiarla: vosotros no entrasteis y habeis proibido á los que entraban[2]. Lo que si bien es falso hablando en general, á lo menos en el punto presente me parece cierto por mi propia esperiencia.

Los comentadores, hablando en general, no entraron ciertamente en muchos misterios bien sustanciales y bien

  1. Fleuri, discurso 5 sobre la historia eclesiastica.
  2. Ipsi non introistis, et eos, qui introibant, prohibuistis.—Luc. xi, 52.