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PROLOGO.

romano. Por tanto seria lo mas acertado obviar con tiempo á este inconveniente, oprimiéndola en la cuna, y haciéndola pasar desde el vientre al sepulcro[1] sin discrecion ni misericordia.

respuesta.

Los que así discurren ó pueden discurrir, me parece, salvo el respecto que se les debe[2], que ó no han leido la primera obra de que hablamos, ó no han leido la segunda; ó lo que parece mas probable, no han leido ni la una ni la otra, sino que hablan al aire, y se meten á juzgar sin el debido exámen, y sin conocimiento alguno de causa. La razon que tengo para esta sospecha, es la misma variedad de sentencias que han llegado á mis oidos sobre este asunto casi por los 32 rumbos; porque ya me acusan de plagiario, como que he tomado mis ideas de Enodio Papiá: ya que sigo en la sustancia el mismo sistema: ya que me conformo con él en los principios y en los fines, diferenciándome solamente en los medios: ya en suma, por abreviar, que aunque disconvengo de este autor en casi todo; pero á lo menos convengo con él en el modo audaz de pretender desatar el nudo sagrado é indisoluble del cap. xx del Apocalipsis; como si no fuesen reos de este mismo delito todos cuantos han intentado esplicar el mismo Apocalipsis.

Aora para satisfacer en breve á tantas y tan di-

  1. De utero... ad tumulum.—Job. x, 19.
  2. Salva honorificentia, quæ ipsis debetur.