53. Antes de proponer este sistema, Cristófilo amígo, deseo én vuestro ánimo un poco de quietud, no sea que os ocasione algún susto repentino, y sin hacer la debida reflexion, deis voces contra un enemigo imaginario, haciendo tocar una falsa alarma. El sistema, aunque propuesto, y seguido con novedad, no es tan nuevo, como sin duda pensareis; antes os aseguro formalmente» que en la sustancia es mucho mas antiguo que el ordinario: de modo, que cuando este se empezó á hacer común, que fué ácia los fines del siglo cuarto de la Iglesia, y principios del quinto, ya el otro contaba mas de trescientos años de antigüedad. No obstante, atendiendo á vuestra flaqueza ó á vuestra preocupación, no lo propongo de un modo asertivo, sino como una mera hipótesis ó suposicion. Si esta es arbitraria, ó no, lo iremos viendo mas adelante, que por, aora es imposible decirlo. Mas sea como fuere, esto es permitido sin dificultad, aun en sistemas á primera vista los mas disparatados; porque en esta permisión se arriesga poco, y se puede avanzar mucho en el descubrimiento de la verdad.
54. Jesucristo volverá del cielo á la tierra, cuando llegue su tiempo, cuando lleguen aquellos tiempos y momentos, que puso el Padre en su propio poder[1]. Vendrá acompañado, no solamente de sus ángeles, sino también de sus santos ya resucitados: de aquellos digo, que serán juzgados dignos de aquel siglo, y de la resurrección de los