sobre la cual escribo se echase a volar de pronto, seria yo libre de formular la hipótesis de que el espíritu de Newton, fallecido hace siglos, ha venido a llevársela; pero como soy hombre razonable, no formulo tal hipótesis y pienso solamente en que la ventana está abierta, que mi mujer ha entrado en mi despacho y que se ha establecido una corriente de aire. Y aunque yo mismo no haya sentido la corriente, mi hipótesis no deja por ello de ser razonable, porque refiere el proceso, que tengo que explicar, a otro proceso observable. Esta selección crítica de las causas admisibles distingue la concepción racional, causal, del universo—a la cual desea pertenecer la investigación física—de toda otra concepción mística, espiritista y demás manifestaciones de la fantasía desbocada.
El espacio absoluto tiene, empero, un carácter realmente espiritista. A la pregunta: «¿Cuál es la causa de las fuerzas centrifugas?», se contesta: «El espacio absoluto.» Pero si se pregunta: «¿Qué es el espacio absoluto y en qué se manifiesta?», no da nadie otra contestación que la de decir: «El espacio absoluto es la causa de las fuerzas centrífugas; no tiene ninguna otra propiedad.» Esta contraposición demuestra bien que el espacio, considerado como causa de procesos físicos, debe excluirse de la imagen del universo.
No estará de más observar que las referencias a fenómenos electromagnéticos no altera en nada este juicio del espacio absoluto. En esos fenómenos aparecen, en sistemas de coordenadas en rotación, efectos y acciones análogos a las fuerzas centrífugas de la mecánica; pero éstos no son naturalmente nuevos e independientes argumentos que puedan militar en favor de la existencia del espacio absoluto, pues ya sabemos que, por medio de la ley de la inercia de la energía, la mecánica y la electrodinámica se han reunido en una unidad. Pero para nosotros es más cómodo operar solamente con los conceptos de la mecánica.
Volvamos ahora a los dos cuerpos S1 y S2; si el espacio no debe considerarse como causa de su distinto comportamiento, hemos de buscar otras causas reales.