mente con respecto a un sistema inercial S, nadie piensa en decir que «sufra una modificación», aun cuando su lugar se modifica y varía con respecto al sistema S. ¿Qué «modificaciones» considera la física como efectos para los cuales hay que buscar causas? Ello no es a priori claro, sino que la investigación empírica misma lo determina.
La concepción de la teoría de Einstein sobre la esencia de la contracción es la siguiente:
Una vara material no es físicamente una cosa espacial, un trozo de espacio, sino un complejo de espacio y tiempo; cada punto de la vara es ahora y ahora y ahora y sigue siendo en todo tiempo. La imagen adecuada de la vara referida (unidimensional en el espacio) no es, pues, una distancia en el eje x, sino una franja en el plano xt (figura 117). La misma vara en reposo en diferentes sistemas S y S' que se mueven, será representada por diferentes franjas. No existe a priori ninguna regla que disponga cómo han de dibujarse esos complejos duodimensionales del plano xt, para que representen exactamente el modo de comportarse físicamente una y la misma vara en diferentes velocidades. Para ello hay que empezar por establecer en el plano xt una curva estimativa. La cinemática clásica dibuja esta curva de distinta manera que Einstein; quién tenga razón es cosa que no puede decidirse a priori. En la teoría clásica las dos franjas tienen la misma anchura, medida paralelamente a un eje firme x; en la teoría de Einstein tienen la misma anchura, medida en las distintas direcciones x de los sistemas de referencia en movimiento relativo, con distintas pero determinadas unidades. La «contracción» no se refiere a la franja, sino a la distancia recortada por un eje x; pero realidad física