Página:La teoría de la relatividad de Einstein.djvu/125

Esta página ha sido corregida

118
La teoría de la relatividad de Einstein.

punto, y si se ha usado luz de un solo color, como, por ejemplo, la luz de una llama de Bunsen, coloreada de amarillo con sal, se ven manchas claras y obscuras, rayas y anillos. Si se trata de luz ordinaria, compuesta de muchos colores, las manchas de interferencia correspondientes a las diferentes longitudes de onda no coinciden todas; en un punto acaso sea avivado el rojo, apagado el azul; en otro punto sucederá otra cosa, y asi se producen manchas y rayas con maravillosos aspectos de color. Pero nos apartaríamos de nuestro camino si siguiéramos ocupándonos de tan interesantes fenómenos.

Las más sencillas disposiciones para la producción de interferencias las encontró Fresnel (1822), un investigador cuyos trabajos dan la base para la teoría de la luz, tal como ha regido, sin objeciones, hasta nuestros días. Muchas veces hemos de encontrar su nombre. Esa época de los primeros decenios del siglo xix debe de haber sido, en muchos sentidos, semejante a la de hoy. Así como hoy, por el descubrimiento de la radioactividad y los fenómenos afines de irradiación, por el establecimiento de la teoría de la relatividad y la teoría de los quenta, está realizándose un formidable progreso, en extensión y profundidad, de nuestro conocimiento natural, que para el que está fuera aparece como una revolución de todos los conceptos recibidos, así también hace cien años los millares de observaciones aisladas, ensayos teóricos, especulaciones físicas o metafísicas, se organizaron por vez primera en representaciones y teorías cerradas, unitarias, cuya aplicación ocasionó al punto una insospechada abundancia de nuevas observaciones y experimentos. En esa época se produjo la «Mecánica analítica» de Lagrange, la «Mecánica celeste» de Laplace, dos obras que llevan a término las ideas de Newton; de ellas salió por una parte la mecánica de los cuerpos deformables, la teoría de los líquidos y substancias elásticas entre las manos de Navier, Poisson, Cauchy, Green; por otra parte, los trabajos de Young, Fresnel, Arago, Malus, Brewster establecieron la teoría de la luz. Al mismo tiempo empezó la era de los descubrimientos electromagnéticos, de que más tarde hablare-