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La teoría de la relatividad de Einstein.

partes, mas no las partes mismas. El dibujo (fig. 45) muestra el proceso en una serie de puntos que pueden oscilar de arriba abajo. Cada una de las curvas dibujadas una debajo de otra corresponde a un momento; por ejemplo, t = 1, 2, 3..... Cada punto realiza un movimiento de oscilación vertical; todos los puntos juntos presentan el aspecto de una onda que por momentos prospera hacia la derecha.

Mas hay una razón importante en contra de la teoría ondulatoria. Es sabido que las olas rodean los obstáculos; puede esto observarse en toda superficie de agua, y asimismo el sonido «da la vuelta a la esquina». En cambio, un rayo de luz se propaga en linea recta; si en su camino ponemos un cuerpo opaco de aristas afiladas, obtendremos una sombra muy marcadamente limitada.

Este hecho fué causa de que Newton rechazase la teoría de la ondulación. No se decidió claramente por una hipótesis determinada, y estableció tan sólo que la luz es algo que se mueve alejándose del cuerpo luminoso, con determinada velocidad, «como corpúsculos lanzados». Pero sus sucesores han interpretado su opinión en favor de la teoría de la emisión, y la autoridad de su nombre ha hecho que ésta impere durante un siglo entero. Sin embargo, en su tiempo (1665) había ya descubierto Grimaldi que la luz puede «doblar la esquina»; junto a los limites de la sombra, vese, en efecto, una débil iluminación del espacio sombreado, que afecta la forma de rayas, fenómeno que se llama difracción de la luz. Este descubrimiento fué el que hizo de Huygens un celoso defensor de la teoría ondulatoria; como primero y más importante argumento en favor de ella, consideraba el hecho de que dos rayos de luz se cruzan sin influir uno sobre el otro, como dos cursos de ondulaciones sobre el agua, mientras que dos haces de partículas emitidas habrían de chocar, o al menos perturbaríanse uno a otro. Huygens consiguió explicar la reflexión y la refracción fundándose en la teoría ondulatoria; para ello le sirvió el principio, que hoy lleva su nombre, según el cual todo punto que recibe una excitación luminosa ha de considerarse a su vez como