Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/119

Esta página ha sido corregida
— 121 —

VIII

Los auxiliares de Baker Street.

—¿Y ahora? —pregunté.—Toby ha perdido su fama de infalible.

—Toby ha procedido conforme á sus facultades—me contestó Holmes, bajándolo de sobre el barril y sacándolo afuera del aserradero.—Si usted piensa en la cantidad de creosota que se transporta por las calles y caminos de Londres en un solo día, no se asombrará de que con el rastro que seguimos se haya cruzado otro. Ahora se usa mucho la creosota, especialmente para la preparación de la madera. El pobre Toby no tiene la culpa.

—¿Supongo que vamos á volver en busca del rastro?

—Sí; y felizmente no tenemos que desandar lo que mucho camino. No cabe duda de que bi-