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contrapartida de la dulcis anus de la elegía 1.6; aquí no hay actos de hechicería ni poderes mágicos, sino corridas sigilosas y engaños. Tratándose de la lena en los elegistas, Alfonsi (1955 p. 41) considera que el personaje parece, más que una profesional, una esclava anciana, pero que resulta muy dificil determinar a qué estrato social pertenecen las figuras femeninas de la elegía. Entendemos que una determinación de esta naturaleza, tal como lo hemos venido diciendo, resulta de elevado interés para una aproximación al contexto histórico-social (producto o productor del texto), en la medida en que se deje espacio para integrar las distintas posibilidades de relación entre historia y literatura, y la posibilidad de que siempre queden zonas desconocidas de esta relación, dejando abiertas las nuevas y naturales lecturas que el texto ofrece. 4. La Dulcis Anus La anciana, calificada de sedula, aurea y dulcis, aparece sólo como perso- naje del Libro I. Asistimos a una primera visión en el cuadro idílico de la elegía 1.3., en la que Delia aparece entregada a la antigua tarea femenina del lanificium, y a su lado la anciana vela por su castidad: At tu casta precor maneas, sanctique pudoris adsideat custos sedula semper anus. vv.83-84 Pero tú permanece, te lo ruego, casta, y esté junto a ti siempre la amable anciana como custodia del santo pudor. En su segunda mención, el recuerdo de la anciana hace surgir los sentimientos de gratitud del poeta, que se traducen no sólo en manifestaciones de afecto, sino en la decisión de perdonar a la amada infiel por los beneficios de la anus: Non ego te propter parco tibi, sed tua mater me mouet atque iras aurea uincit anus. Haec mihi te adducit tenebris multoque timore