Página:La romana. Presencia de la mujer en las Elegías del Corpus Tibullianum.djvu/81

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iam ueniant praedae, si Venus optat opes, ut mea luxuria Nemesis fluat utque per urbem incedat donis conspicienda meis; illa gerat uestes tenues, quas femina Coa texuit, auratas disposuitque uias; illi sint comites fusci, quos India torret Solis et admotis inficit ignis equis; illi selectos cernent praebere colores Africa puniceum purpureumque Tyros. vv.49-58 Ay! ay! veo que las jóvenes se alegran con las riquezas: ya vendrán los botines, si Venus desea la opulencia, para que Némesis nade en mi lujo y avance por la ciudad debiendo ser admirada por mis regalos; ella llevará las tenues túnicas que teje la mujer de Cos y dispone los dorados hilos; tenga acompañantes negros, a los que oscurece la India, y el fuego del Sol tiñe cuando se acercan sus caballos; aquéllos compitan en ofrecer escogidos colores: Africa la escarlata, y Tyro la púrpura. Este reconocimiento produce la completa inversión de los valores acredi- tados. En el Libro I, no era Delia sino la lena quien detentaba la codicia -o al menos así trataba de creerlo el enamorado-; en esta primera presentación particular, Némesis se subyuga ante la riqueza y el lujo, y los detalles del adorno componen la figura de una cortesana helenística. La nota de vulgaridad en la mujer está puesta a continuación: Nota loquor: regnum ipse tenet, quem saepe coegit barbara gypsatos ferre catasta pedes. vv.59-60 Hablo cosas conocidas: tiene el reino el mismo a quien frecuente- mente las tablas extranjeras obligan a llevar los pies marcados con yeso. 81