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Némesis Todavía en los primeros poemas del Libro Segundo del Corpus, el amor retiene su aura religiosa, pero luego gira rápidamente hacia un nuevo punto de vista, con un movimiento de depreciación análogo al de Catulo, en el que el amor es morbus e insania. Como es bien sabido, Némesis es la amada del poeta en el Libro II, presentándose un cambio inusual de mujeres que pareciera contradecir el principio elegíaco de la domina única que ocupa la existencia del enamorado. Para este cambio existen hipótesis que examinan diversas posibi- lidades. No pretendemos insertarnos en tal discusión, que encuentra una importante dificultad en la condición de scripta puella (Wyke 1977 p. 57), restringe su asimilación a una realidad histórica puntual. Esta extensa contro- versia acerca de la naturaleza, condición y status -social, estético - de las puellae se remonta al siglo pasado y conoce variadas alternativas. Con respecto a la figura de Némesis, podría hablarse de una mayoría de críticos que la supone un personaje concebido como social y moralmente apartado del de Delia, reconociédose grados distintos de distancia, desde una puramente accidental hasta la esencialmente extrema de ser una anti-Delia. Según Boucher (Bright p. 102-103), los nombres terminados en -is corresponderían a libertas o esclavas extranjeras, y así Némesis - como la Lycoris de Galo- estarían incluidas en esta categoría que asimismo marcaría un tipo social femenino. No hay posibles referencias a Némesis, ni como nombre romano, ni como figura femenina asociada a Tibulo, quien tradicionalmente se asocia a Delia. Por otra parte, el nombre de Némesis retrotrae a Hesíodo (O.D.223-24), en donde resulta hija de la noche y fuente de padecimientos para los mortales (Grimal 1960 p. 271 y ss.). El ciclo de los poemas de Némesis comienza hacia la mitad del Libro II y abarca tres elegías, de las seis que integran este segundo volumen. Al referirnos al Libro I habíamos destacado la naturaleza programática del poema de apertura (1.1) que sintetizaba el repertorio temático desplegado en las restan- tes elegías. Algo aproximado ocurre en la Elegía 2.1, donde se reencuentran temas del libro precedente y se preparan los motivos de las composiciones siguientes. Estos temas y motivos, en especial los eróticos, son análogos a los 76