Página:La romana. Presencia de la mujer en las Elegías del Corpus Tibullianum.djvu/51

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me retinent uinctum formosae uincla puellae, et sedeo duras ianitor ante fores. vv.53-56 Conviene que tu batalles, Mesala, por tierra y por mar, para que tu casa se enaltezca con los despojos enemigos: a mí me retienen atado las cadenas de una hermosa joven y permanezco como un guardián ante sus duras puertas. Es inevitable reconocer ecos entre hostiles...exuuias del v.54, y hoste del v.3, junto con otras alusiones a la vida militar, como la idea de derrota y cautiverio bélico expresada en retinere (cf. Cesar, B.G. 3.9.3). En correlativa posición, alius ha pasado a ser te,.. Messalla. El yo, por su parte, ha variado en esta nueva contraposición: ha cambiado su paisaje y ya no habla el rústico sino el amante, a quien este me representa. El poeta declara que no afronta las tareas del campo, no por falta de voluntad o gusto, ni por desidia (aunque por su condición social urbana debe consignar que tales tareas non pudeat, v.29). No puede realizar esta vida romana arcaica que desea porque está atado a un seruitium urbano que lo convierte en duras ianitor ante fores (v.56). Tibulo establece un juego de asociaciones y contraposiciones que jerarquizan los modos de vida y terminan por reponer iners a su campo semántico habitual pero con una significación opuesta: Non ego laudari curo, mea Delia: tecum dum modo sim, quaeso segnis inersque uocer; te spectem, suprema mihi cum uenerit hora, te teneam moriens deficiente manu. vv.57-60 No me preocupa ser alabado, Delia mía: con tal de estar contigo, quiero ser llamado indolente e inerte; que te contemple cuando venga para mí la hora suprema, te sostenga con defalleciente mano al morir.