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(v.1), tristia...arma (vv. 10-11, y vv. 49-50), la guerra y la muerte, aparece la alabanza de la Paz, la Pax candida (v. 45), una Pax alma que hace prosperar los campos y que el poeta anhela compartir con su amada transformada en uxor. Mientras que en guerra/paz se expresan fenómenos sociales contrapues- tos, negativo el primero y positivo el segundo, en el interior de la relación amatoria la apreciación se altera y ambos términos pueden designar estados deseables. Se trata, claro está, de Veneris...bella (v.53), guerras de amantes compuestas con la imaginerfa militar. Sólo cuando Propercio conoce a Cynhtia entiende que la guerra de Troya haya sucedido por una mujer (2.3.35-40). Así es posible, para los elegistas, proclamar su adhesión y su gusto por la vida de la milicia: dux milesque bonus (Tib. 1.1.75) hanc me militiam fata, subire uolunt (Prop. 1.6.30) hic ego resque domi gestas et mea bella cano (Ov. Am.2.18.12) Si Tibulo y los elegistas se complacen y celebran los combates de Venus, la condena a las tristia arma y a la guerra como estado social aparece estrecha- mente vinculada a la condena de la codicia, al rechazo de la persecución de riquezas y botines que liga diuitiae-praeda/bellum, asociación que constituye un locus communis referible al tema de las Edades. El amor como enfermedad es un motivo reiterativo, ya desde Catulo, en la poesía amatoria. En Propercio 1.1 el amor es una enfermedad que se califica de furor y hace al poeta desde la temprana lírica griega y la poesía helenística a la literatura romana. En la comedia es considerada enfermedad del alma. Está presente en Lucrecio (IV, Esta concepción - morbus, vooos - es familiar, 117: furor / rabies) y en Cicerón, quien en Tusculanae Disputationes (IV.35) la llama animi perturbatio, más violenta que cualquier otra perturbación del alma. El miser puede no tener razones externas: en Catulo C. 45, Septimio es feliz y se llama misellus. Elamor esconsiderado dulce malum enel contexto de la poesía erótica latina y su poder será medido por el grado de alteración emocional que el poeta le reconozca. 45