Página:La romana. Presencia de la mujer en las Elegías del Corpus Tibullianum.djvu/118

Esta página no ha sido corregida

alguien detrás de esta voz, aparece un repertorio de lugares comunes que representan lo propio de lo femenino, en un sentido genérico. Una cierta rusticitas puede ser el modo natural de expresión de una mujer - una impericia o una inepcia femenina -,o un dato de la sofisticada elaboración de la expresión lírica, en el proceso de creación de la persona poética. Hemos abordado este estudio de la presencia de la mujer en la elegía erótica del Corpus Tibullianum, indagando aquellos aspectos que permiten, en primerlugar, identificar los contornos del problema. Intentamos dar cuenta de la variedad de aspectos que deben atenderse al momento de interpretar o sacar conclusiones acerca de estos temas. Muchos enunciados adolescen de simpli- ficación y parcialidad, riesgos del análisis, que puede desmontar su objeto en partes progresivamente pequeñas y diversas, cuyo estudio individual pone en segundo plano una intrincada red de relaciones funcionales y significados localizables en la intertextualidad. Volvemos a los planeos del comienzo. Se pueden buscar, legítimamente, las fuentes griegas, como para reconocer que nada sale de la nada en materia de literatura, y reencontrarnos con la noción de creare por la que se designa aquello que, sin embargo, no estaba antes y que nace con el nuevo texto. Sobre la cadencia del dístico elegíaco, el elegista crea su mundo en términos escénicos. Entonces nos presentará a sus personajes, convidando a entraren las galerías de la amada. Creemos casi inútil afirmar una existencia social- histórica-real detrás de estas mujeres: pueden o no haber existido Delia, Némesis o Sulpicia, pero debe afirmarse que existieron mujeres como ellas (o como las lenae o lassagae). Su condición descriptaepuellae no indica inexistencia, sino un modo particular de existencia en el imaginario social y cultural. 'Veyne P. (1983) 18 2Remitimos a los estudios de K Calinsky (1981 y 1996) 118