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un locus communis del mundo elegíaco masculino. La apreciación final de Tibulo en 2.3, y la de Sulpicia en 3.14 (4.8) se aproximan en varios sentidos: los tristibus agris (2.3.65)y el rure molesto (3.14.1) se asientan como negativos a partir de la circunstancia erótica particular; en ambos, la ciudad es el lugar del ser amado junto a quien se desea estar. Tibulo va y viene contrabalanceando sus ensueños de lirismo erótico-campestre con su antítesis, lo que se postula como la realidad de Némesis, hostil a las propuestas amatorias del enamorado que le ofrece un futuro de honesta pobreza y trabajo rural a cambio de mucho amor. Aquí la amada se presenta separada, ausente, o irónicamente idealizada en la viñeta alejandrina que la exalta como cortesana regia. La estrategia "epigramática" de Sulpicia difiere en tanto sus apreciaciones adoptan una forma sintética, y dibujan en un trazo simple y decidido sus sentimientos: el cumpleaños es odioso, el campo desagradable y la ciudad dulce por Cerinto, y no hay atisbos de que esto pueda no ser así; en todo caso, el campo puede ser agradable para Mesala (en oposición al te decet bellare) pero no para la joven enamorada. 112