que sirven para el forrageo ó para los cultivos. La fuente Aretusa es célebre porque su agua negra engordaba á las cabras. En los doscientos veintitantos cuadros cuyo asunto menciona Plinio en el capítulo XXXV de su Historia Natural, sólo figuran los tres de Apeles llamados Bronten, Astrapen y Ceraunobolian, porque representaban el rayo, el trueno y los relámpagos, y un racimo de Zeuxis, como interpretaciones de la naturaleza. Si hay flores, son las de Pausias de Sicione, pero trenzadas en coronas, es decir como elemento decorativo. Si hay perros y caballos, es decir los animales de más caracterizada domesticidad, son únicamente los de Apeles y Nicias.
El paisaje es de ayer, nace con las nostalgias enfermizas de Juan Jacobo y Bernardin de SaintPierre. Lo que de él existe en el arte griego es, como he dicho, esencialmente utilitario.
Pero, mirando más lejos, abro, señores delegados, el Ramayana, ese á modo de bloque desprendido de la montaña teogónica del Veda. Y su más sublime cántico, su más elevada efusión lírica, son para el fuego del hogar producido por el frote de dos maderos y alimentado con grasa, para el elemento útil, el buen Agni dijera Michelet. De la tosca piedra en que se tuestan la mazorca y el plátano, asciende llevando con-