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muevan. El coraje guerrero ha sido estimado tanto por los salvajes americanos como por los europeos del tiempo de la andante caballería, cual un valor máximo e inmediato, no sólo en tiempos de guerra-que sería disculpable-, sino en tiempos de paz, como acicate para que haya guerra. Se han hecho guerras con el exclusivo objeto de mostrar ese valor. Se ha dado a la guerra misma una interior dignidad, y hasta ha habido filósofos que la han encomiado como una honra de la humanidad, olvidando el dicho de aquel griego:

"La guerra es mala, porque hace más hombres malos que los que mata." Basta lo dicho acerca de lo que hace la naturaleza para conseguir su fin propio, considerando a la humanidad como una espécie animal.

Ahora se trata de examinar lo más esencial respecto a la cuestión de la paz perpetua. ¿Qué hace la naturaleza para conseguir el fin que la razón humana impone, como obligación moral, al hombre?; esto es, ¿qué hace para favorecer su propósito de moralidad? ¿Qué garantías da la naturaleza de que aquello que el hombre "debiera" hacer, pero no hace, según leyes de la libertad, lo hará seguramente por coacción de la naturaleza, dejando intacta la libertad y lo hará en las tres relaciones del derecho público: derecho político, derecho de gentes y derecho de ciudadanía mundial? Cuando yo digo que la naturaleza "quiere" que esto o lo otro suceda, no entiendo que la naturaleza nos impone la obligación de hacerlo