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ANTONIO CASERO
ANTONIO
(Saliendo a la puerta y dándola un golpecito en la cara.) ¡Estás guapísima! (La abraza y vuelve a entrar.)
CARMEN
(A Petrilla.) Pos ya lo oyes, dice mi marido que estoy guapísima.
PETRILLA
Pos entonces que no haiga nengún aquel.
CARMEN
¿Te faltan muchas?
PETRILLA
La buñolera: pero a esa la llevo el peinao a su casa.
CARMEN
¿Cómo?
PETRILLA
La peino en casa la peluca, y se la voy a colocar después.
CARMEN
Pues anda con Dios, chica, y que te diviertas y que te zumbe poco el panderetólogo.