Si al formar el santo lazo
Que une dos almas en una,
No lo formara ninguna
Tan solo por interes;
No existieran esos seres
Que encuentra á su paso el hombre
Indignos del santo nombre
De esposa, ni aun de mujer.
Mas como el hombre la obliga
A no bastarse á sí sola
Inmola al hombre y se inmola
Mintiendo virtud y amor.
El dia que ya no sea
El saber para ella vano
Jamás brindará su mano
Si no da su corazon.
Es para mí interminable
El asunto de que hablamos;
Pero ya el puerto avistamos
Y es forzoso terminar.
Echan el ancla, llegamos;
Ya todo el mundo se alista,
Vamos pasando revista
De los que van á saltar.
Hé allí una jóven que pasa
En un anciano apoyada:
¡Qué desdeñosa mirada
A la Médica le da!
Es la mirada del viejo
Estúpida, aguardentosa,
Pero ella ostenta orgullosa
Un marido con caudal.
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