Página:La metamorfosis o El asno de oro (1920).pdf/323

Esta página ha sido corregida
319
 

dad es ésta: ¿en qué manera se puede acusar al hermano de la ponzoña que éste compró?

Entonces tomó un gran miedo y temblor al bellaco del csclavo, y en lugar de color de hombre sucedió una amarillura infernal, y un sudor frío manaba por todos sus miembros, y comenzóse a conmover de una parte a otra, que no se podía tener scbre los pies, y rascanse en la cabeza, ahora a un cabo, ahora a otro, y la boca medio cerrada, tartamudeando, comenzó a decir ciertas mentiras y necedades, en tal manera que ninguno de los que allí cstaban podía creer que él estaba fuera de culpa; pero esforzándose en su maldad, negaba con grandísima constancia y no dejaba de acusar al médico que no decía verdad; el cual, por la honestidad y autoridad de su juicio, viendo que en su presencia le negaban su fe y verdad, con mayor esfuerzo comenzó a reprenader a aquel ladronazo, hasta tanto que por mandado de los jueces los hombres de pie de la justicia tomaron las manos de aquel esclavo maligno y sacáronle un anillo de hierro, el cual, puesto sobre el sello que estaba en el talegón, fué conocido que era aquél, y con esta comparación fué creída la sospecha que tenían contra él; por lo cual luego fueron allí aparejados géneros de tormentos; pero él, obstinado en su presunción, nunca quiso confesar la verdad con azotes ni con tormentos que le diesen, aunque lo pusieron en tormento de fuego. Entonces el físico dijo:

—Por Dios, yo no sufriré que contra derecho