Página:La metamorfosis o El asno de oro (1920).pdf/300

Esta página ha sido corregida
296
 

y de la sangre que saltaba se bañó toda la mesa. Estando ellos maravillados y espantados de este tan gran milagro, vino corriendo el despensero que tenía cargo de la bodega,, haciendo cómo to de el vino que había encerrado en los tone es y botas hervía tan reciamente y con tanto. calor como si gran fuego le metiesen debajo.

Entre tanto que esto se decía, vino por allí una comadreja, que traía de fuera una culebra muerta en la boca. Asimismo de la boca de un mastín de ganado salió una rana verde, y un carnero que estaba allí cerca arremetió con el perro y dióle un bocado que lo ahogó. Estas cosas y otras semejantes pusieron tanto miedo en los corazones de aquel señor y de todos los de su casa, que les dió mucha aflicción y los llegó a lo último de su vida y los puso en mucha fatiga, pensando qué era lo primero o lo postrero, o qué era lo más o lo menos que habían de hacer para aplacar las grandes amenazas de los dioses, y con cuáles y cuántas animalías y víctimas habían de procurar de amansar su ira. Estando ellos en este cuidado y espantable temor, vino un mozo con nuevas muy amargas para el señor de aquella casa y heredad, porque él tenía tres hijos mancebos muy bien criados y de mucha vergüenza, con los cuales a vivía muy glorioso y contento; estos mancebos tenían antigua amistad con un su vecino pobre que allí vivía una pequeña casilla, y un otro vecino rico y poderoso poseía grandes tierras y posesiones juntas a la pequeña de éste, el cual era