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propio nombre con mucho lloro y dolor. Así mismo, algunas veces tomaba las manos de Carites por que no se diese golpes entre los pechos, y apartábale el dolor cuanto podía, y con palabras blandas porfiáballe mucho que no tomase tanta pena, entremetiendo solaces de otros casos acontecidos por muchos y varios ejemplos. De esta manera, metiendo todos los oficios de amor y piedad, siempre entremetía gana de tocar a la dueña, como quiera que podía, y deleitándose maliciosamente pensaba hacerle tomar su aborrecible amor.

Después de acabadas las exequias de la sepultura, la dueña luego procuró de ir adonde estaba su marido, para lo cual comenzó a tentar todas las vías que pudo, de las cuales le pareció la más reposada y mansa, que no ha menester cuchillo ni espada, y semejante a una apacible holganza, la hambre; y escogiendo ésta por mejor para morir, ya había pasado algún día sin comer, estando escondida en hondas tinieblas, llorando y malaventurada, donde así deliberaba de morir. Mas Trasilo, con instancia malvada, unas veces por sí mismo y otras por los familiares de casa y por los parientes y padres de la misma moza, trabajó con ella que confortase los miembros casi ya desfallecidos, amarillos y sucios de la hambre, lavándose y comiendo algún poco. Ella, como tenía mucha reverencia a sus padres, aunque contra su voluntad, por satisfacer a la obediencia que era obligada, obedeció, pero no con gesto alegre, aunque un poco más que solía, e hizo lo que le manda-