nes. Este mancebo, estando sentado al fuego con los otros gañanes y mozos, contaba cosas maravillosas y espantables de la desventura e infortunio que había venido a la fortuna y casa de su señora, diciendo de esta manera:
—Yegüerizos, vaqueros y boyeros: quieroos contar cómo yo tuve una mezquina de una señora, la cual murió de un caso gravísimo, aunque no fué desacompañada y sin venganza al otro mundo; y por que mejor sepáis todas las cosas, os quiero decir este negocio cómo aconteció desde el principio, porque puedan muy bien los que son más discretos y la buena fortuna los enseñó a escribir ponerlo en escritura a manera de historia. Era un mancebo de esta ciudad que está aquí cerca, hidalgo y noble de linaje, caballero asaz rico; pero era dado a los vicios de lujuria y tabernas, andando de continuo en los mesones y burdeles acompañado de compañía de ladrones y ensuciando sus manos con sangre humana, el cual se llamaba Trasilo: tal era su fama y así se decía de él. Este mancebo fué uno de los principales que pidió en casamiento esta dueña Carites, siendo ella de edad para casar, y con toda su posibilidad trabajó por casarse con ella; y como quiera que en linaje precedía a todos los otros, y también con sus grandes dádivas y presentes convidaba la voluntad y juicio de sus padres, pero por sus malas costumbres él fué desechado y repelido. Después que la hija de mi señor se casó y vino en manos de