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tema fue Bonifacio Veas -—diputado del Partido Demócrata por Valparaíso-— quien, aprovechando la presencia del ministro Sotomayor, señaló:

«Parece que ya está haciendo escuela el no respetar las leyes relativas al derecho que tienen las clases populares de dirigir peticiones a las autoridades constituidas (...) . No debe olvidar el señor ministro que en este recinto hay diputados que no son adoradores del becerro de oro ni cortesanos de La Moneda, que no claudican de sus doctrinas y su principal deber es defender a los humildes y los intereses del pueblo».

Protestó, además, Veas, por la represión del gobierno contra manifestaciones populares en Valparaíso, por la censura informativa y el cierre de periódicos y más adelante se pregunta: «¿Por qué se han cometido esos asesinatos? Porque los obreros piden que se les haga más llevadera la existencia, que no se les robe su trabajo, que no se les pague con fichas, que no se les obligue a comprarlo todo en las pulperías de las oficinas, que se cierren los cachuchos”.[1]

Asimismo, en aquella sesión, el diputado por Curicó, Arturo Alessandri, en una larga intervención criticando al gobierno y su representante, el ministro Sotomayor, presente aquella tarde, por la censura y cierre de periódicos y apaleo a periodistas, derivó al punto central: el intento de silenciar las noticias del norte. Agregaba Alessandri:

«... el hecho es que el general Silva Renard que no había ido allá para dejarse impresionar por las griterías y por las banderolas, procedió únicamente, en vista de esas banderolas y griterías, a hacer disparar durante medio minuto las ametralladoras sobre el pueblo. Es decir, que en ese medio minuto se dispararon cinco mil tiros sobre una masa de ciudadanos que hasta ese momento estaban ejercitando un derecho que garantiza la Constitución del Estado: el derecho de pedir aumento de salarios y mejores condiciones para la vida (...) . Ahora bien, porque la prensa ha protestado contra estos procedimientos se la ha querido amordazar. Se quiere hacer callar a todo el mundo».

Y culminó Alessandri su intervención:

«Los movimientos populares hay que combatirlos yendo al origen del mal y dictando leyes que rijan las relaciones entre el capital y el trabajo, de manera que estas dos fuerzas se equilibren o que marchen paralelamente sin chocarse jamás y en forma armónica. Es necesario enseñar al pueblo, ilustrándolo, dándole la conciencia de sus deberes y de sus derechos».[2]

Por su parte, en la sesión del día siguiente, el diputado liberal por La Victoria y Melipilla, Jorge Valdivieso Blanco, salió a refutar a Veas y Alessandri —especialmente a este último— en lo que consideró

  1. Sesión del 27 de diciembre de 1907, «Boletín de Sesiones Ordinarias Cámara de Diputados», Santiago 1907, pp. 658 ss.
  2. Sesión del 27 de diciembre de 1907, «Boletín de Sesiones Ordinarias Cámara de Diputados», Santiago 1907, pp.666-671.