sar libremente, como si este don divino fuera el patrimonio de unos cuantos privilegiados.
Pero la libertad solo puede existir con una perfecta igualdad; igualdad en el goce de los derechos inalienables, entre los cuales debemos incluir preferentemente el libre pensamiento como atributo el mas precioso de la humanidad. Es cierto que su conquista ha sido tardía y á costa de cruentísimos sacrificios; pero la historia nos demuestra que su existencia es una condicion indispensable para la conservacion de las sociedades y las que se han desviado de este principio, impidiendo el desarrollo pacífico de las facultades, han podido solo realizar la teoría del despotismo, llevando tristemente una vida enfermiza, porque nacen desde ya con desastrosos gérmenes de muerte y abren por sí mismas la tumba que ha de encerrar sus despojos.
Solo la libertad puede alimentar el reinado del derecho; solo ella es la condicion de toda vida y progreso; solo ella no reconoce desheredados y al proclamar que todos tienen iguales derechos, establece por este mismo hecho que todos son hermanos y asienta sobre bases inconmovibles el principio de la fraternidad que no puede existir, que no existirá jamás, sin la igualdad de todos los hombres.
Y esta hospitalidad con que acojeis igualmente todas las ideas, será tambien causa eficiente para