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Poesías de Cuellar.

Mas te miro triste y muda
Como si la pena aguda
Te rasgara el corazón,
¡Ay niña! no cabe duda
Que adivino la razón.

Ayer gozaste, y fugaz
En el voluptuoso wals,
Te deslizaste galana
De la música al compás
Como sílfide liviana.

Ayer en vivos placeres
Y en delicias sin segundo,
En medio de mil mujeres.
Olvidabas tus deberes
Á los halagos del mundo.

Ayer bulliciosa y loca.
Entre arlequines y godos.
Con inconstancia no poca.
Las palabras de tu boca
Eran dulces para todos.