Página:La linterna mágica - Vol. 8.djvu/170

Esta página ha sido corregida
166 — Poesías de Cuellar.

El cristal de la fuente, terso y puro,
Se empaña con el viento que lo riza
Y sus azules ondas transparentes
Pardas se tornan con el cieno oscuro
Que despide el torrente desbordado.

Abandonan las pardas golondrinas
El nido fabricado en la techumbre
Del torreón, y en pos de viva lumbre,
De más ardiente sol, de frescas flores
Llevan, cantando cual vinieron, todo
El fruto de sus cándidos amores;
Así también las ilusiones huyen
Al peso de los años;
Así también, después de los amores,
Como el turbión que deshojó las flores,
Vienen gimiendo negros desengaños;
Así la fuente de inocencia pura
Enturbia la corriente
De violenta pasión y las creencias
Más tiernas ráudas pasan
Como las secas hojas que caminan
Al mar.... al mar de duda....!
Donde se pierden para siempre, hermana:
La fé de ayer no volverá mañana.