Entre juncias y alfombras de verdura,
Con pabellón de madreselva y rosa,
Y con música, dulce, melodiosa,
Que entona el ave en la floresta oscura?
¿Y á dónde vá el mortal? ¿También su vida
Está sembrada de pintadas rosas;
Después llega á veredas tortuosas
Y á un mar en su caída...!
¡Á un mar! ¡á un mar cuyo profundo seno
Ha tragado á los siglos lentamente!
De víctimas jamás estuvo lleno,
Y de la muerte el matador veneno
Envía más y más constantemente....
¡Y esta sentencia no escluirá á ninguno,
Que una segur terrible levantada
Irá lanzando á la insaciable nada
Mortales uno á uno...!
¿Jamás se llenará? ¿aunque algún día
Suene en el mundo la funesta trompa
Y el Supremo Hacedor de la armonía,
Para dejar á la creación vacía,
Los duros ejes de la tierra rompa?
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Poesías de Cuellar.