Página:La leyenda del Cid.djvu/16

Esta página ha sido corregida
VI
INTRODUCCIÓN

Yo que luz, ni poesía,
ni fe en mis tiempos he visto,
poeta ignaro y excéntrico
extraño á los tiempos mios,
evocando los recuerdos
de las centurias que han sido
he vivido entre las ruinas
cual solitario pelícano;
razas y revoluciones
han girado en torno mio
sin poder arrebatarme
ni un solo instante en su giro.
Y á fuerza de ocupar siempre
el centro del remolino
social, que todo lo mueve
arrastrándolo consigo,
he llegado á estacionarme:
y anonadado y perdido,
á fuerza de no ser nada
no doy razón de mí mismo.
Así que no me preguntes,
Burgos, quién soy ni qué he sido,
do voy, ni de dónde vengo,
porque no sabré decírtelo.
Soy un átomo amante,
que voy sonoro
por la atmosfera errante,
do canto y lloro;
pero mi canto
no se sabe si es nunca
cantar ó llanto.



Yo mismo tal vez ignoro
quién soy y de donde vengo,
dónde voy y por qué tengo
triste ó gayo el corazón.