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ALFONSINA STORNI

Porque acaso te ganas el sustento
Hoy, que tienes muy corvas las espaldas,
Las manos temblorosas, la cabeza
Llena de canas que te trajo el tiempo,
Mi hombro sostuvo la cabeza tuya
Doblada por el sueño con cansancio,
Y te dejé dormir plácidamente
Como un niño arrullado por la madre!...

II

Tenía el alma triste esa mañana;
Aleteaban en ella suavemente
Mariposas de luz, que Primavera
Trajo a libar en los jardines míos.
Era así como el soplo de la vida
Derramándose entero en mis entrañas,
Y a la vez como el triunfo de la muerte
Burlando el canto loco de la vida...
Como deseos de tenderme libre
Sobre la mar inmensa, tan inquieta
Como esa sed de amor que se diluye
En las cosas sensibles de mi alma!