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LA HIJA

«Cuando un día la milicia descienda de las nevadas montañas á los campos del río que inunda la llanura, la tardía barca te llevará á aquella playa que otorga paz y morada al hombre errante. Cuando un día la milicia descienda de las nevadas montañas, el cinco decisivo te dará lo que te negó por mucho tiempo.»

Con atento oído escuchaba el espartano estas palabras: hízose repetir la sentencia del oráculo, luego la recitó de memoria, dió las gracias á Frixos y escondió el rollo en su vestido.

El delfio se mezcló en la conversación general. El espartano, empero, siguió repitiendo en voz baja la sentencia del oráculo para fijarla bien en su memoria y descifrar acaso sus palabras enigmáticas.