Tambien el rico en su mullida cama
Duerme soñando avaro en sus riquezas;
Duerme el guerrero i en su sueño exclama:
«Soi invencible i grandes mis proezas!»
Duerme el pastor feliz en su cabaña,
I el marino tranquilo en su bajel:
A ese no alteran la ambicion i saña;
El mar no inquieta el reposar de aquel.
Duerme la fiera en lóbrega espesura;
Duerme el ave en las ramas guarecida;
Duerme el reptil en su morada impura,
Como el insecto en su mansion florida.
Duerme el viento... la brisa vagarosa
Jime, apénas las flores cariciando;
Todo entre sombras a la par reposa,
Aquí durmiendo, más allá soñando.
Tú, dulce amiga, que tal vez un dia
Al contemplar la luna misteriosa
Exaltabas tu ardiente fantasía,
Derramando una lágrima amorosa:
Duermes tambien tranquila i descansada,
Cual marino calmada la tormenta,