Página:La guerra gaucha.djvu/5

Esta página ha sido corregida
6
LA GUERRA GAUCHA

habrían podido adornarse con semejantes circunstancias aquellos episodios sin evidente abuso de ficción.

Quedaba, es cierto, el recurso de la novela y éste fue quizá el primer proyecto; pero dados el material narrativo y el número de los personajes, aquello habría exigido tomos. Entre su conveniencia y la de sus lectores, que tienen ante todo derecho á la concisión, el autor no podía vacilar...

Por otra parte, la guerra gaucha fue en verdad anónima como todas las grandes resistencias nacionales; y el mismo número de caudillos cuya mención se ha conservado (pasan de cien) demuestra su carácter. Esta circunstancia imponía doblemente el silencio sobre sus nombres: desde que habría sido injusto elogiar a unos con olvido de los otros, poseyendo todos mérito igual. Ciento y pico de caudillos excedían a no dudarlo el plan de cualquier narración literaria para no mencionar la monotonía inherente á su perfecta identidad.

Luego, el hombre de la guerra gaucha, su numen simbólico por decirlo así, es Güemes, á quien está destinado el capítulo final en una sintética glorificación. Él fue realmente el salvador de la independencia en el norte; y la originalidad de su táctica, no puede impedir que se lo considere como uno de los más grandes guerreros de su país. Así su nombre glorioso puede dar á todo aquel heroísmo anónimo la significación apelativa de que carece en particular.