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LA ESTAFETA ROMÁNTICA

vosotros miráis con ojos de carnero y ex presáis con retóricas almidonadas . Mi re lato histórico pecará de burlesco . . . A mi modo , soy también romántico , de la cepa maleante . El romanticismo es la juventud y también la vejez . El mundo antiguo y el presente en él se enlazan . Por un lado llo ra , por otro rię . Risa y llanto constituyen la vida , y yo no estoy ahora en disposición de llorar . En todo caso , imaginate que me he muerto ya , y que tienes delante de ti , contándote historias verídicas , no á un hom . bre , sino á un esqueleto . Mi calavera , asaz expresiva en sus ojos huecos y en su rasga da boca , te cuenta con gracejo lúgubre los errores de nuestros primates y el inocente abandono de nuestro pueblo .

Y sigo . El pobre D . Carlos es víctima de su ineptitud . Las traviesas napolitanas , que iban de capa caida , llevan ahora la mejor parte . Han derribado á Calatrava y su par tido inepto , que no gobierna ni administra ; se han congraciado con Luis Felipe , que juega con dos cartas , halagando por un lado al absoluto , por otro á la Reina , y solicita de ésta que sofoque el incendio revoluciona I rio y masónico ; se han agarrado al brazo fuerte de Espartero ; han dado á la oficiali dad el gusto de anular la obra de los sar gentos. Pondrán freno á la libertad de im prenta , convertirán en un papel mojado la reciente Constitución , y éste no es más que el primer paso para ir a un régimen de fuer za y autoridad . ¿Qué sucederá después ? Si