Página:La estafeta romántica (1899).djvu/225

Esta página no ha sido corregida
221
LA ESTAFETA ROMÁNTICA

te su actitud ante la incomparable niña de Castro-Amézaga, Con valer ella tanto, mi hijo no desmerece, y aun sostengo que vale más, por su gran cultura, por su talento y finisima educación. Dile á Juana Teresa, si le escribes, que se vaya á paseo, que busque la Marquesa de Sariñán entre los Almontes de Tarazona, enriquecidos por la usura, ó entre los Sopuertas de Alagón, que a fines del siglo pasado fabricaban albardas, y aho- ra las llevan ellos, rellenas de vales reales. La niña de Castro es para mí, para nosotros, y en todo caso, les cedo la pequeña, siempre que no repugne unir sus floridos años á la seca y utilitaria juventud del mayorazgo de Idiáquez.

Rabio de ganas de escribir á Fernando di- rectamente diciéndole todo lo que se me ocurra, y firmando con mi nombre entero, según la usanza y fuero de mi mayorazgo, que me manda poner en prime apellido materno. Recibid el corazón y el alma de-Pilar de Loaysa. término el

XXXI

De Valvanera á Pilar.

Villarcayo, Agosto

Amada mía: La ansiedad que revelas en tu carta se me comunica, y no vivo hasta saber el término y solución de la gran crisis