Página:La estafeta romántica (1899).djvu/209

Esta página no ha sido corregida
205
LA ESTAFETA ROMÁNTICA

forzosamente. Con grande ansiedad le oí; con sumisión he prometido aceptar y seguir el plan que me trace. Imposible transmitir á Fernando un título de nobleza de los muchos que tengo. (y que no me sirven para nada), sin obtener un rescripto del Papa. Sospe, chando que ello no habría de ser grato á mí querido hijo, renuncio por ahora á satisfacer este anhelo de mi corazón. Para transmitirle aquella parte de mi patrimonio de que puedo disponer libremente, es forzoso que me val- ga de un fideicomiso. De este modo entra- ría en posesión de-mi bienes á mi muerte. Para asignarle desde ahora, sin más di- laciones, una renta decorosa, necesitamos emplear artificios legales, cuya forma me ha explicado detenidamente el gran juris- consulto. No acabaré nunca de alabar la claridad con que este hombre expone las ideas, realizando el milagro de hacer com- prender á una mujer, como yo ignorante de estas cosas, las más áridas cuestiones de Derecho. Jamás, en los enmarañados pleitos de mi casa con Osuna y con Gravelinas, pudo entrar en mi cabeza una idea jurídica. Hoy mis ansiedades maternas me han aclarado considerablemente el sentido, y aquí me tie- nes hecha una estudianta de Leyes, capaz de obtener buenas notas si de ello me examinara.

Ha insistido Cortina en que no podré evi- tar el escándalo, es decir, la publicidad del hecho de autos, y añade la terrible afirma- ción de que en este via crucis el primer paso