Página:La estafeta romántica (1899).djvu/201

Esta página no ha sido corregida
197
LA ESTAFETA ROMÁNTICA

XXVII

De D. Pedro Hilllo á Fernando Calpena.

La Guardia, Agosto.

Distraído Fernando: ¿Pero no reparas que ya estoy aquí? ¿No me has visto? Echa para La Guardia tu catalejo, y alcanzarás á ver á este clérigo insigne, á esta lumbrera es- plendorosa del Vicariato General Castrense, esparciendo su claridad por los ámbitos de... No acabo la figura, porque ignoro qué ám- bitos debe iluminar la inspección que me encomendaron... ni sé qué inspecciono, ni por qué me han mandado, ni á qué he venido. Presumo que me traen á esta tierra todos los intereses posibles, menos los del insti tuto religioso-militar á que pertenezco. Por de pronto, aquí me tienes aposentado en la parroquial vivienda del gran Navarri- das, que es como decir que habito en el rei- no de la cortesía y de la abundancia. Tanto el bondadosísimo D. José como su bendita hermana se desviven por agasajarme, y to aseguro que ni probé jamás tan mullido y albo lecho como el que aquí disfruto, ni en- traron por esta boca pecadora condimentos ´tan substanciosos, ricos y variados como los que en obsequio mío presentan diariamente ✔ en su mesa. Hijo mío, ¿qué tierra es ésta,