Página:La estafeta romántica (1899).djvu/105

Esta página no ha sido corregida
101
LA ESTAFETA ROMÁNTICA

do hoy por una oreja, y llevándome al des- pacho de su digno esposo, me ha conminado con penas de supresión de almuerzos y co- midas si no escribía hoy mismo al buen pá- rroco de La Guardia. La ilustre señora me ha hecho ver la fealdad de mi conducta, de- mostrándome además cuánto conviene á mis males íntimos el apartar de ellos la aten- ción. A esto añado, por cuenta propia, que nada es más grato para mí que platicar de lejos, ya que de cerca es imposible, con us- ted y con su dignísima hermana y encan- tadoras sobrinitas, á quienes manos y pies beso con todo el rendimiento de la más leal amistad.

Grande satisfacción me causan sus noti- cias acerca de la excelente salud de las ni- ñas de Castro, de su alegría y buena dispo- sición. Veo con gusto que la juguetona Gra- cia se hace poquito á poco persona formal, ayudando á su hermana, y que ésta multi- plica sus dotes y aptitudes, como si no qui- siera dejar mérito alguno para los demás. Al propio tiempo, he de manifestar á usted mi sentimiento porque su nobilísimo plan no haya tenido realización á la hora pre- sente. Tanto Valvanera como yo hacemos votos porque los deseos de usted y de su hermana se realicen lo más pronto posible, y no. dudamos que la negativa de la mayo- razga ilustre de Castro será un incidente pasajero. He dicho mayorazga sin acordar- me de la abnegación con que Demetria ha partido sus bienes con la hermana menor.