y lo denominó rio de la Encarnacion, que no es mas que el Limay, y el mar el lago Nahuel-Huapí, del cual nace. Los indios le dijeron que allí habian estado unos europeos años antes, con intencion de navegar el Limay de sur á norte, pero que las canoas se les habian roto en las piedras, existiendo aun sus despojos. Se referian, sin duda, á la expedicion del padre Guel.
Villarino, acosado por falta de víveres y por las averías de las naves, dióse á la vela aguas abajo el 4 de Mayo, fondeando al son de salvas de artilleria el 25 de Mayo de 1783, en el fuerte del rio Negro. La navegacion fué feliz, porque las aguas habian subido de un modo considerable. Para mejor intelijencia de este análisis del diario de Villarino, acompañamos cópia del plano levantado por él mismo[1].
Ninguno de los exploradores de este rio ha podido superar á Villarino; y el premio que este obtuvo en aquella época de intrigas y de cortesanos, fué una acusacion de traidor, porque el copista de su diario lo habia mostrado al brigadier portugues Sáa de Farias, que solicitaba plaza en los ejércitos de España.
En 1782 Villarino fué propuesto para teniente de navio, pero murió sin haber gozado tan merecido ascenso[2].
Don Ignacio Nuñez en la obra que sirvió á Parish, al redactar su libro sobre el Rio de la Plata, dice al hablar del desgraciado fin de Villarino, lo siguiente: «Mas tarde D. Basilio Villarino, piloto de la marina real, navegó dos veces en toda la estension del rio Negro, y